En el primer año de gobierno del presidente Javier Milei, la economía argentina experimentó una contracción del 1,8% en 2024. Este dato, aunque negativo, resultó menos severo de lo anticipado por diversos analistas y organismos internacionales. Examinemos en detalle cómo este declive económico ha impactado al país y qué perspectivas se vislumbran para el futuro.
Impacto de las políticas de Milei en la economía argentina
El presidente Milei, conocido por su enfoque ultraliberal, implementó una serie de medidas drásticas desde su llegada al poder. Entre ellas, destacamos una devaluación del peso superior al 50% y un riguroso plan de austeridad fiscal. Estas acciones, aunque controvertidas, han logrado algunos resultados positivos en términos macroeconómicos.
Por primera vez en 14 años, Argentina ha registrado un superávit presupuestario anual. Además, la inflación, que alcanzó el 211% en 2023, se ha reducido significativamente, situándose en un 117% al cierre de 2024. Este descenso inflacionario continuó su tendencia a la baja, llegando a mínimos de 4 años en enero de 2025, con una tasa mensual del 2,2%.
Sin embargo, estas mejoras macroeconómicas han tenido un coste social considerable. La pérdida de cientos de miles de empleos y un aumento de la pobreza, que superó el 50% en el primer semestre de 2024, son algunas de las consecuencias más visibles. Aunque el gobierno afirma que la pobreza ha disminuido a menos del 40% en los últimos meses, estas cifras son objeto de debate.
Evolución trimestral y señales de recuperación
A lo largo de 2024, la economía argentina mostró una tendencia de mejora gradual. El primer trimestre fue particularmente duro, con una contracción del 5,2%. Sin embargo, los trimestres siguientes evidenciaron una desaceleración de esta caída: -3,4% en el segundo trimestre y -2,1% en el tercero.
El dato más alentador llegó en diciembre, cuando se registró un crecimiento del 5,5% respecto al mismo mes del año anterior. Esta cifra, junto con una leve mejora del 0,5% respecto a noviembre, sugiere que la economía podría estar entrando en una fase de recuperación.
La economista María Castiglioni Cotter, de la Universidad Torcuato di Tella, señala que estos datos “confirman una recuperación de la actividad que se ha mantenido desde mayo, mes a mes”. Aunque reconoce que algunos meses han mostrado más fuerza que otros, destaca que la recuperación “ha sido muy sostenida”.
Perspectivas y desafíos para el futuro económico de Argentina
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado sus proyecciones para Argentina. Mientras que inicialmente preveía una contracción del 3,5% para 2024, sus últimas estimaciones la situaban en un 2,8%. El dato real del 1,8% ha superado incluso estas expectativas más optimistas.
Para 2025, tanto el FMI como el gobierno argentino proyectan un fuerte repunte económico, con un crecimiento estimado del 5%. Esta previsión refleja la confianza en que las medidas implementadas comenzarán a dar frutos más visibles en el corto plazo.
No obstante, el camino hacia la recuperación no está exento de obstáculos. El gobierno de Milei deberá equilibrar la necesidad de mantener la disciplina fiscal con la urgencia de atender las necesidades sociales de una población que ha sufrido el impacto de las medidas de ajuste.
Retos sociales y económicos pendientes
A pesar de los indicios de mejora macroeconómica, Argentina enfrenta desafíos significativos. La tasa de pobreza, aunque en descenso según fuentes oficiales, sigue siendo alarmantemente alta. La creación de empleo y la reactivación de sectores clave de la economía serán fundamentales para traducir los avances macroeconómicos en beneficios tangibles para la población.
El gobierno deberá también abordar la cuestión de las subvenciones y los programas sociales. La reducción drástica de estas ayudas ha contribuido al equilibrio fiscal, pero ha dejado a muchos argentinos en una situación vulnerable. Encontrar un punto de equilibrio entre la austeridad y la protección social será crucial para mantener la estabilidad social y política.
En el ámbito internacional, Argentina necesita recuperar la confianza de los inversores y mejorar su acceso a los mercados de capitales. La renegociación de la deuda y el cumplimiento de los acuerdos con organismos internacionales como el FMI serán factores clave para lograr este objetivo.
En conclusión, aunque la contracción del 1,8% en 2024 representa un revés para la economía argentina, los signos de recuperación observados al final del año ofrecen motivos para un cauto optimismo. El gobierno de Milei se enfrenta ahora al reto de consolidar estos avances y traducirlos en una mejora real de las condiciones de vida de los argentinos. El éxito de esta tarea dependerá de su capacidad para mantener el rumbo de las reformas económicas sin descuidar el bienestar social de la población.


