* Por Raúl Rodríguez

   El 14 de marzo de 1989, a las 17.30, se recibe un llamado a Bomberos por un siniestro ocurrido en el camino de Arroyo Pareja.

   En ese lugar, lo que había acontecido fue que un vehículo chocó contra un poste del tendido eléctrico para posteriormente volcar en una zanja.

   A raíz del cortocircuito provocado por la caída de los cables de alta tensión, el auto rápidamente se prendió fuego.

   A los pocos minutos llegaron los Bomberos Voluntarios de Punta Alta, sin conocer aún la gravedad de lo acontecido.

   Uno de los bomberos, Néstor Siracusa, de 28 años, recibió una potente descarga eléctrica en forma automática y falleció. 

   Enlutando a toda una ciudad con tan trágico desenlace, Néstor tenía esposa y 2 nenas, una de ellas con días de nacida, cuando ocurrió el hecho.

   Era un bombero apasionado, siempre listo a ayudar como marcaba también su vocación de scout.

   El cuartel era también parte de su vida; vida que dejó en cumplimiento de su vocación.

   Cada 14 de marzo nos invita como institución a reafirmar y tener presente la seriedad que conlleva esta vocación de servicio, voluntaria, de las pocas que quedan con tanta actividad diaria y siempre atendiendo a las necesidades y emergencias de los demás.

   Néstor Osvaldo Siracusa, ayudante primero post mortem, es el único integrante del cuerpo activo de la Asociación Bomberos Voluntarios de Punta Alta y de la Federación Centro Sur, fallecido en acto de servicio.

   En honor a su memoria se encuentra emplazado un monolito en el lugar donde ocurrieron los hechos. Allí, esta tarde se realizó una ceremonia en su honor.

* Rodríguez es el presidente de la comisión directiva de la Asociación Bomberos Voluntarios de Punta Alta.