Javier Milei : el presidente argentino con popularidad inquebrantable pese a las controversias

Javier Milei : el presidente argentino con popularidad inquebrantable pese a las controversias

En estos días turbulentos para la política argentina, nos encontramos ante un fenómeno que desafía toda lógica: Javier Milei mantiene una popularidad sorprendentemente alta a pesar de las múltiples controversias que han sacudido su presidencia. Analizaremos cómo el mandatario argentino conserva el apoyo ciudadano frente a escándalos que habrían hundido a cualquier otro líder político.

El fenómeno Milei: una popularidad resiliente ante las crisis

La reciente oleada de escándalos que ha azotado la administración Milei parece no haber hecho mella en su imagen pública. El supuesto “cryptogate”, descubierto el 14 de febrero de 2025, en el que se vinculó al presidente con una estafa relacionada con criptomonedas, provocó titulares apocalípticos: “La peor jornada de su mandato”, “Milei contra las cuerdas”, “Milei enfrenta pedido de juicio político”. Sin embargo, las cifras de aprobación apenas se inmutaron.

Según el sondeo publicado a principios de marzo por Giacobbe y Asociados, la imagen del presidente se mantiene positiva con un 50% de aprobación. Management & Fit registra datos similares, indicando que, si bien hubo una caída del 2% tras el escándalo, su popularidad permanece en un envidiable 49%. Estas cifras resultan asombrosas cuando las comparamos con otros líderes mundiales tras enfrentar crisis de magnitud similar.

Esta resistencia en los índices de aprobación tiene mucho que ver con la base de apoyo del presidente. Jorge Majluff, consultor político y director de la consultora Mercado, explica que la polarización juega a favor del mandatario: “Los opositores se volvieron más opositores y, entre sus partidarios, solo un 15% a 20% manifiesta dudas, pero continúa apoyándolo”.

La economía argentina ha mostrado señales de recuperación tras años de crisis constante. La Argentina: inflación en mínimos de 4 años, pero el costo social persiste, evidenciando que las duras políticas de ajuste han logrado algunos resultados macroeconómicos positivos, aunque el precio pagado por amplios sectores de la población haya sido considerable.

Desastres naturales y protestas: los nuevos desafíos presidenciales

La gestión de Milei durante las inundaciones de Bahía Blanca a principios de marzo de 2025, que dejaron 16 víctimas fatales, generó duras críticas. Los medios destacaron la fría recepción que recibió el presidente al visitar la zona: “El presidente Milei insultado a su llegada a Bahía Blanca” y “Milei cede y desbloqueará 180 millones” fueron algunos de los titulares que inundaron los periódicos nacionales.

A este episodio se sumó la violenta represión durante una manifestación de jubilados el pasado miércoles, apoyada por miembros ultras de clubes de fútbol, que conmocionó a gran parte del país. Los medios no dudaron en calificar la situación como “la peor crisis de Milei”, señalando que el gobierno estaba “perdiendo el control” y tildándolo de “gobierno de hooligans”.

Lo sorprendente no es la sucesión de crisis, sino la capacidad del presidente para navegar a través de ellas sin sufrir un desgaste significativo en su popularidad. Este fenómeno tiene diversas explicaciones, desde la efectiva comunicación presidencial hasta la profunda desconfianza de los argentinos hacia la clase política tradicional, que Milei ha sabido capitalizar presentándose como un outsider que lucha contra “la casta”.

Los analistas señalan que muchos ciudadanos están dispuestos a tolerar errores y controversias mientras perciban que el rumbo económico mejora, aunque sea levemente. La memoria de crisis anteriores sigue fresca, y muchos argentinos parecen dispuestos a otorgar un amplio margen de maniobra al gobierno actual.

La estrategia comunicacional que sostiene al presidente

Parte del éxito de Milei para mantener su popularidad radica en una estrategia comunicacional bien definida. A diferencia de otros mandatarios, el presidente argentino no huye de las polémicas sino que las enfrenta directamente, transformándolas en oportunidades para reafirmar su discurso antisistema.

Sus apariciones en redes sociales, especialmente en X (anteriormente Twitter), le permiten establecer una comunicación directa con sus seguidores, saltándose la mediación periodística. Esta estrategia resulta particularmente efectiva en un país donde la confianza en los medios tradicionales se ha erosionado considerablemente en las últimas décadas.

El discurso de Milei, caracterizado por un lenguaje directo y a veces confrontativo, resuena entre amplios sectores de la sociedad argentina que se sienten desencantados con la política tradicional. Su retórica de “batalla cultural” contra lo que denomina “el socialismo” encuentra eco en un electorado cansado de promesas incumplidas.

Además, el presidente ha sabido rodearse de un equipo de comunicación que maneja hábilmente las crisis, transformando potenciales desastres en narrativas que refuerzan su imagen de luchador contra un sistema corrupto. Esta capacidad para reconvertir las adversidades en relatos favorables constituye uno de los pilares fundamentales de su resistente popularidad.

Un fenómeno político sin precedentes en la historia argentina reciente

La perdurable popularidad de Milei representa un caso de estudio para politólogos y analistas. A diferencia de presidentes anteriores, cuya imagen se deterioraba rápidamente ante escándalos o crisis, el actual mandatario parece inmune a estos efectos, al menos por ahora.

Este fenómeno podría explicarse por el profundo desencanto que experimentan muchos argentinos con el sistema político tradicional. Después de décadas de promesas incumplidas y crisis recurrentes, un segmento significativo del electorado parece dispuesto a tolerar controversias y decisiones polémicas mientras perciba un cambio de rumbo.

La cuestión clave será si esta popularidad logrará sostenerse a mediano y largo plazo, especialmente cuando las políticas económicas deban mostrar resultados concretos en la vida cotidiana de los ciudadanos. Por el momento, Javier Milei sigue siendo un presidente que desafía los pronósticos y mantiene una fortaleza política que pocos anticiparon.

Nos encontramos ante un caso excepcional: un presidente que, a pesar de múltiples controversias y crisis de imagen, conserva un sólido respaldo popular. El tiempo dirá si esta tendencia representa un nuevo paradigma en la política argentina o si, eventualmente, la acumulación de conflictos terminará erosionando su capital político.

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