En las redes sociales circula una serie de videos que intentan mostrar una supuesta recuperación económica en Argentina desde que Javier Milei asumió la presidencia. Estas imágenes virales buscan convencer a los espectadores de que las políticas libertarias han transformado positivamente al país en pocos meses. Pero, ¿es esto cierto? Nos hemos propuesto analizar estas afirmaciones con datos concretos para separar la realidad de la ficción política que se difunde ampliamente.
Los mitos sobre la recuperación económica argentina bajo Milei
Desde diciembre de 2023, cuando Javier Milei asumió la presidencia de Argentina, hemos observado una proliferación de contenidos que aseguran un milagro económico en el país. Videos con música inspiradora muestran supermercados repletos, calles ordenadas y ciudadanos sonrientes. Estas imágenes sugieren que las medidas libertarias han logrado en semanas lo que otros gobiernos no pudieron en décadas.
Sin embargo, la realidad que experimentan los argentinos dista mucho de estos relatos idílicos. Los indicadores económicos oficiales revelan un panorama completamente diferente. La inflación acumulada desde su llegada al poder ha alcanzado niveles históricos, superando el 50% en los primeros meses de gestión. Esta situación ha provocado una caída del poder adquisitivo sin precedentes para la clase media y trabajadora.
Las medidas clave del primer año de Milei han incluido una fuerte devaluación del peso argentino, recortes masivos en el gasto público y eliminación de subsidios a servicios básicos. Estas políticas, lejos de generar prosperidad inmediata, han profundizado las desigualdades sociales y aumentado los niveles de pobreza, que según estimaciones de universidades nacionales ya afectan a más del 45% de la población.
Los videos que circulan en redes sociales suelen mostrar zonas exclusivas de Buenos Aires o establecimientos específicos, presentándolos como una realidad generalizada. Este tipo de manipulación visual resulta efectiva para construir una narrativa triunfalista que no se corresponde con los datos económicos verificables ni con la experiencia cotidiana de la mayoría de los argentinos.
Datos que desmienten el supuesto milagro argentino
Para analizar objetivamente la situación económica argentina, debemos recurrir a fuentes oficiales y estudios independientes. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) ha reportado una contracción económica del 3,2% en el primer trimestre de 2024, continuando la tendencia recesiva que ya se observaba antes de la llegada de Milei al poder.
El desempleo ha aumentado en casi todos los sectores productivos, especialmente en la construcción, la industria manufacturera y el comercio minorista. Miles de pequeñas y medianas empresas han cerrado sus puertas, incapaces de hacer frente a la combinación de caída del consumo interno y aumento exponencial de los costos operativos, especialmente en energía y servicios.
En el ámbito social, los indicadores muestran un deterioro significativo. Los comedores comunitarios han multiplicado su demanda, mientras que los hospitales públicos enfrentan graves dificultades para mantener servicios básicos debido a los recortes presupuestarios. Las universidades públicas, uno de los pilares históricos de la movilidad social en Argentina, han sufrido reducciones presupuestarias que amenazan su funcionamiento.
Economistas de diversas orientaciones coinciden en señalar que, si bien algunas variables macroeconómicas como las reservas internacionales han mostrado leves mejoras, estas se han logrado a costa de un sacrificio social sin precedentes y con dudosa sostenibilidad a mediano plazo. Los indicadores de bienestar como el consumo de alimentos per cápita o el acceso a medicamentos han caído dramáticamente.
La maquinaria de desinformación detrás de los videos virales
Nos preguntamos quién produce y difunde estos contenidos engañosos sobre la situación argentina. Nuestra investigación ha revelado la existencia de redes organizadas de creación y amplificación de contenidos favorables al gobierno de Milei, muchas veces financiadas por sectores económicos beneficiados por las políticas de desregulación y privatización.
Estas operaciones de propaganda utilizan técnicas sofisticadas de manipulación audiovisual y segmentación de audiencias en redes sociales. Los videos suelen estar producidos profesionalmente, con locuciones convincentes y musicalización emotiva, dirigidos específicamente a públicos predispuestos ideológicamente a creer en las bondades del libertarismo económico.
Particularmente preocupante resulta la exportación de estos contenidos a otros países latinoamericanos y europeos, donde sirven como “prueba” del supuesto éxito de las políticas ultraderechistas. Esta estrategia busca influir en procesos electorales de otros países, presentando el caso argentino como un modelo a seguir.
La verificación de fuentes nos ha permitido identificar que muchas de las imágenes utilizadas corresponden a periodos anteriores al gobierno de Milei, o bien a situaciones puntuales presentadas fuera de contexto. En algunos casos extremos, hemos detectado el uso de imágenes de otros países sudamericanos que se presentan como logros de la gestión actual argentina.
Resistencia ciudadana frente a la desinformación
La sociedad argentina no ha permanecido pasiva ante este fenómeno de desinformación masiva. Diversas organizaciones civiles, medios independientes y colectivos de verificación de datos trabajan incansablemente para contrastar las afirmaciones gubernamentales con la realidad documentable.
Las manifestaciones masivas contra las políticas de ajuste se han convertido en una constante del panorama social argentino, con protestas que reúnen a cientos de miles de personas en las principales ciudades del país. Estas expresiones de descontento popular rara vez aparecen en los videos que promocionan el supuesto éxito del modelo Milei.
El periodismo comprometido con la verdad enfrenta desafíos crecientes en este contexto. La presión gubernamental sobre medios críticos, los recortes presupuestarios a medios públicos y la concentración de la publicidad oficial en empresas mediáticas afines complican la labor de información objetiva sobre la realidad argentina.
Nuestra responsabilidad como ciudadanos informados es contrastar múltiples fuentes, verificar datos oficiales y mantener una mirada crítica sobre los contenidos que consumimos en redes sociales. Solo así podremos construir una visión ajustada a la realidad, más allá de las operaciones propagandísticas que pretenden mostrarnos un país de fantasía que solo existe en videos cuidadosamente editados.


