Washington se muestra dispuesto a proporcionar respaldo financiero significativo a Buenos Aires en un momento crítico para la administración de Javier Milei. El secretario del Tesoro estadounidense Scott Bessent anunció públicamente que Estados Unidos está preparado para implementar las medidas necesarias con el objetivo de estabilizar la economía argentina, que atraviesa turbulencias considerables en los mercados financieros.
La declaración surge mientras el mandatario argentino enfrenta presiones múltiples, incluyendo la depreciación acelerada del peso y reveses parlamentarios que han generado inquietud entre los inversores. Los mercados reaccionaron negativamente tras varios acontecimientos políticos adversos, provocando una caída pronunciada en bonos y acciones locales que obligó al gobierno a buscar soluciones urgentes.
Instrumentos financieros propuestos por el Tesoro americano
Las opciones de asistencia que contempla la administración Trump incluyen mecanismos diversos y flexibles para abordar las necesidades inmediatas de Argentina. Bessent detalló que entre las herramientas disponibles se encuentran líneas de intercambio monetario, compras directas de divisas y adquisiciones de deuda gubernamental denominada en dólares estadounidenses.
Estas modalidades de apoyo representan una expansión significativa de los instrumentos tradicionales de cooperación financiera bilateral. El enfoque multifacético permite adaptar la asistencia según las circunstancias específicas del mercado argentino y las necesidades de liquidez del gobierno nacional.
La propuesta estadounidense complementa los acuerdos existentes que Argentina mantiene con organismos multilaterales. En abril, el país sudamericano había conseguido un préstamo de veinte mil millones de dólares del Fondo Monetario Internacional, junto con doce mil millones adicionales del Banco Mundial y diez mil millones del Banco Interamericano de Desarrollo.
El canciller argentino Gerardo Werthein aclaró que las especulaciones sobre un monto de treinta mil millones de dólares son completamente erróneas, señalando que las negociaciones apuntan hacia una cifra considerablemente menor. Esta precisión busca calibrar las expectativas del mercado y evitar interpretaciones exageradas sobre el alcance del respaldo financiero.
Contexto político y económico que motiva la intervención
Los desafíos actuales del gobierno de Milei se originan en una serie de reveses políticos que debilitaron la confianza de los mercados. El presidente ultraliberal sufrió una derrota electoral significativa a principios de septiembre en la provincia de Buenos Aires, resultado interpretado como un indicador para las elecciones legislativas de medio término programadas para el veintiséis de octubre.
Paralelamente, el Congreso nacional anuló varios vetos presidenciales relacionados con proyectos de financiamiento para discapacidad, universidades y un hospital pediátrico emblemático. Estas decisiones parlamentarias generaron tensiones adicionales y contribuyeron a la percepción de debilidad gubernamental que alimentó la volatilidad financiera.
La respuesta de Milei consistió en denunciar lo que calificó como “pánico político” orquestado contra sus reformas estructurales. El mandatario argentino sostiene que sus opositores intentan sabotear deliberadamente el programa económico mediante maniobras parlamentarias y campañas mediáticas destinadas a desestabilizar los mercados.
Washington considera a Argentina como un aliado sistémico fundamental en América Latina, reconociendo el compromiso de Milei con la disciplina fiscal y las reformas orientadas hacia el crecimiento económico. Esta percepción estratégica motiva el respaldo estadounidense más allá de consideraciones puramente económicas, incorporando elementos geopolíticos regionales.
Medidas inmediatas y perspectivas de recuperación
El gobierno argentino implementó medidas complementarias para fortalecer la posición financiera del país. La suspensión temporal de impuestos a las exportaciones de cereales, carne bovina y avícola hasta el treinta y uno de octubre busca incentivar al sector agropecuario para que libere sus reservas almacenadas.
Esta estrategia apunta a incrementar el ingreso de divisas aprovechando que el sector agrícola representa aproximadamente el sesenta por ciento de las exportaciones nacionales. Los productores habían mantenido cautela, esperando condiciones de mercado más favorables antes de comercializar sus productos.
Los resultados iniciales de estas iniciativas mostraron signos positivos. Tras los anuncios de Bessent y las medidas gubernamentales, los mercados financieros respondieron con alzas en bonos y acciones argentinas, mientras el peso se fortaleció considerablemente, cotizando a mil cuatrocientos treinta pesos por dólar frente a los mil quinientos quince del viernes anterior.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, respaldó públicamente las declaraciones del secretario del Tesoro estadounidense, destacando el papel crucial de los socios internacionales en la promoción de políticas sólidas para la estabilización y el crecimiento económico que beneficien al pueblo argentino. Este endorsement multilateral refuerza la legitimidad de las medidas propuestas y puede facilitar futuras negociaciones con otros organismos financieros internacionales.


