Sommet Mercosur: l’accord avec l’UE en attente, Lula en invité encombrant de Milei

Sommet Mercosur: l'accord avec l'UE en attente, Lula en invité encombrant de Milei

La semana ha estado marcada por intensos intercambios diplomáticos en Buenos Aires, donde los líderes del Mercosur se reúnen para discutir el futuro del bloque sudamericano. Nos encontramos ante un escenario político complejo, con Lula da Silva asumiendo la presidencia temporal del organismo y tensiones evidentes con su anfitrión, Javier Milei, el presidente argentino cuya popularidad permanece sólida pese a las controversias. El encuentro ha puesto de manifiesto no solo las diferencias ideológicas entre ambos mandatarios, sino también la situación del esperado acuerdo comercial con la Unión Europea.

Tensiones diplomáticas entre gigantes regionales

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha tomado este jueves las riendas del Mercosur, relevando a su vecino argentino Javier Milei. Nos hallamos frente a dos líderes que representan polos ideológicos completamente opuestos: uno de centro-izquierda y otro ultraliberal. Esta transición ocurre en un contexto de notoria enemistad personal que ha impedido cualquier reunión bilateral directa durante los 18 meses de mandato de Milei.

La frialdad entre ambos mandatarios resulta particularmente significativa considerando la importancia histórica de las relaciones Brasil-Argentina para la estabilidad regional. Durante el desarrollo del evento en Buenos Aires, todos los observadores han podido constatar el evidente distanciamiento, con ambos líderes evitando cuidadosamente cualquier interacción directa.

Lo que ha generado mayor revuelo diplomático es la reunión confirmada entre Lula y Cristina Fernández de Kirchner, ex-presidenta argentina y principal opositora política de Milei. La visita programada a la residencia donde Kirchner cumple su condena domiciliaria ha sido interpretada por muchos analistas como un gesto político deliberadamente provocador. CFK, como se la conoce popularmente, obtuvo autorización judicial específica para recibir al mandatario brasileño, a pesar de las restricciones impuestas por su situación legal.

Las autoridades judiciales argentinas han emitido advertencias sobre posibles alteraciones del orden público, recordando a Kirchner que debe “abstenerse de comportamientos que perturben la tranquilidad vecinal”. Esta advertencia parece anticipar la probable congregación de simpatizantes y medios de comunicación que acompañaría la visita del líder brasileño, situación que pondría aún más presión sobre las ya tensas relaciones entre los gobiernos de Brasil y Argentina.

El acuerdo Mercosur-UE: avances entre incertidumbres

Mientras las tensiones personales ocupan los titulares, el verdadero núcleo estratégico del encuentro gira en torno al futuro del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea. Nos encontramos ante un tratado que lleva más de dos décadas de negociaciones y que finalmente fue firmado a finales de 2024, aunque todavía requiere la ratificación por parte de los países europeos.

La declaración final del encuentro, según ha confirmado el canciller argentino Gerardo Werthein, reafirmará la importancia estratégica de este acuerdo para el bloque sudamericano. Las perspectivas económicas resultan impresionantes: un mercado integrado de 722 millones de habitantes con un PIB combinado de 27 billones de dólares, lo que lo convertiría en el mayor acuerdo comercial de la historia.

Sin embargo, diversos obstáculos permanecen en el horizonte. Francia, en particular, considera el acuerdo inaceptable en su forma actual y busca medidas adicionales para proteger sectores agrícolas estratégicos. El presidente Emmanuel Macron ha intensificado esfuerzos para conseguir aliados europeos contra la ratificación, justo cuando la Comisión Europea podría presentar el texto jurídico a votación en los próximos días.

Lula, desde Brasil, ha expresado su confianza en que firmará el acuerdo durante su mandato como presidente del Mercosur, que se extenderá hasta finales de 2025. Esta postura optimista contrasta con las incertidumbres europeas y evidencia las diferentes prioridades entre los socios potenciales.

Nuevos horizontes comerciales para el bloque sudamericano

Ante las dificultades con la UE, el Mercosur avanza en otras direcciones. Nos complace informar que los ministros de Relaciones Exteriores del bloque anunciaron la finalización de un acuerdo de libre comercio con la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), que incluye a Noruega, Islandia, Liechtenstein y Suiza, países no pertenecientes a la UE.

Este nuevo acuerdo, inicialmente concluido en 2019 pero posteriormente sometido a revisión, creará un mercado integrado de aproximadamente 300 millones de personas. El tratado facilitará el acceso al 97% de las exportaciones entre los países involucrados, abarcando bienes, servicios, inversiones y propiedad intelectual. Ambas partes se han comprometido a formalizar la firma durante los próximos meses de 2025.

Esta diversificación estratégica representa un cambio significativo respecto a las amenazas previas de Javier Milei, quien había sugerido la posibilidad de abandonar el Mercosur si fuera necesario para perseguir un hipotético acuerdo bilateral con Estados Unidos, especialmente tras el regreso de Donald Trump a la presidencia norteamericana.

Además, el encuentro ha permitido avanzar en otro logro importante: un acuerdo interno del Mercosur sobre una lista ampliada de productos exentos del arancel externo común del bloque. Esta iniciativa responde a la evolución del panorama arancelario mundial, influenciado por las guerras comerciales iniciadas por Estados Unidos.

La cumbre del Mercosur en Buenos Aires ejemplifica las complejidades de la integración regional en un mundo cada vez más polarizado, donde las diferencias ideológicas entre líderes pueden obstaculizar avances económicos potencialmente beneficiosos para millones de ciudadanos sudamericanos.

Scroll al inicio